jueves, 16 de diciembre de 2010

Leaving Beirut - Dejando Beirut - Roger Waters

Así que dejamos Beirut, Willa y yo

él se fue al Este a Bagdad y demás,
yo me fui para el norte

caminé las cinco o seis millas hasta la última luz de la calle,
 y me acomodé en la penumbra de la vereda
haciendo dedo
sin mayores esperanzas en la procesión de vehículos
destruidos del tráfico de vuelta al hogar
  

Éxito!!!
Un antiguo Mercedes Dolmus
el taxi árabe, ubicuo, compartido, se acercó,
mostré mis bolsillos vacíos
y me encogí de hombros frente al conductor
"J'ai pas de l'argent" ["no tengo plata"]

"Venez!" ["¡venga!"] Una suave voz desde el asiento trasero
El conductor cruzó cansadamente y abrió la puerta de atrás
me agaché para mirar en el interior a dos hombres
uno de traje, de anteojos, de bigotes, irritado, distante, lento
el otro, el que había hablado,
frágil, de unos cincuenta y cinco años, pelado, pálido,
de camisa de mangas cortas de algodón celeste,
con una birome en el bolsillo superior
un empleado, tal vez, hundido apenas en el asiento
"Venez!" ["¡venga!"] dijo otra vez, y sonrió
"Mais j'ai pas de l'argent" ["pero no tengo plata"]
"Oui, Oui, d'accord, Venez!" ["sí, sí, ya sé, ¡venga!"]
  

¿Esa es la gente que tenemos que bombardear?
¿Estamos muy seguros de que quieren hacernos daño?
¿Lo hacemos por placer, por castigo o por crimen?
¿Esta es una montaña que realmente queremos escalar?
El camino es difícil, difícil y largo
Dejá a un lado ese dos por cuatro
este hombre nunca te cerraría la puerta en la cara
¡Oh George! ¡Oh George!

Esa educación tejana me parece que te hizo mierda cuando eras muy pequeño
  
Gesticuló con un pequeño movimiento artrítico de su mano
los dedos juntos como un chico saludando
el conductor puso mi vieja guitarra Hofner
en el portaequipajes con mi mochila
y ahí nos fuimos
"Vous etes Francais, monsieur?" ["¿Usted es francés, señor?"]
"Non, Anglais" ["No, inglés"]
"Ah! Anglais" ["Ah, inglés"]
"Est-ce que vous parlais Anglais, Monsieur? " ["¿Usted puede hablar inglés, señor?"]
"Non, je regrette" ["No, discúlpeme"]
Y así.
En una charla superficial entre extraños,
su francés de extranjero, pero correcto
el mío de a saltos, pero ganoso de complacer
que te lleven, al fin y al cabo, es lo importante
  
 Luego Bigotes nos abandonó bruscamente

y algunas millas más adelante el Dolmus aminoró en un cruce
iluminado sólo por una lamparita
se balanceó durante un giro en "U" y paró en una nube de polvo.
Abrí la puerta y salí
pero mi benefactor no hizo ningún ademán de seguir
el conductor me tiró la guitarra y la mochila a los pies
y desestimando mis gracias volvió al portaequipajes
sólo para volver a aparecer con un par de muletas de aleación
que apoyó contra la parte trasera del Mercedes
Fue al auto, y sacó a mi compañero
con una sola pierna, la otra botamanga
prolijamente cosida debajo de la cadera vacía
"Monsieur, si vous voulez, ca sera un honneur pour nous
Si vous venez avec moi a la maison
pour manger avec ma femme" ["Señor, sí usted así lo desea,
será un honor para nosotros si viene conmigo a mi casa
a comer con mi mujer"]



Cuando tenía diecisiete años, mi madre -bendito su corazón- cumplió mi sueño de verano
me dio las llaves del auto
manejamos hasta París, llenamos el tanque con Dexedrine y alcohol
nos agarró la policía en Antibes
y me esquilaron los tanos en Nápoles
pero todo el mundo fue amable con nosotros, éramos los muchachos ingleses
nuestros papás los ayudaron a ganar la guerra
cuando todos sabíamos por qué realmente estábamos peleando
pero ahora un inglés en el extranjero es sólo un payaso de Estados Unidos
el bulldog es un caniche merodeando el último refugio del canalla
  


¡Gracias a Dios! Monópodo pero no homosexual
El taxi se fue dejándonos en la luz macilenta
de la lamparita que se balanceaba
no había ninguna casa a la vista
¿Qué más da?
"Merci monsieur" ["gracias, señor"]
"Bon, Venez!" ["bueno, venga"]
Su cara se arrugó de placer, comenzó a caminar frente a mí
balanceando su pierna entre las muletas con cuidado extremo
desde el polvoriento camino lateral hasta la oscuridad
luego de media hora ya habíamos caminado tal vez media milla
cuando divisé, hacia la derecha, el perfil bajo de una casa
dijo algo en árabe para anunciar nuestra llegada
y luego de cambiar algunas palabras, se prendió una lámpara en el interior
y el vaivén de luz en la ancha hendija bajo la puerta
señaló que alguien dentro se acercaba
la puerta crujió al abrirse y ahí,
sosteniendo una lámpara de aceite bíblica


estaba una mujer rechoncha y de bigotes, encorvada y sonriéndonos
se hizo a un lado para dejarnos pasar y cuando se dio vuelta
ví la razón por la cual estaba encorvada:
tenía una joroba increíble en la espalda

 me asentí y devolví una sonrisa a su saludo, tratando de controlarme,

la gentileza entre el hombre de una pierna y su monstruosa mujer
era casi demasiado para mí



¿La gentileza es demasiado para nosotros?
¿La gentileza debería ser archivada junto a la compasión
que sentimos por el hijo de alguien
cada vez que una bomba inteligente
hace su aritmética y se equivoca?
El hijo de alguien se muere y la Justicia se levanta en defensa
Estados Unidos, Estados Unidos, por favor, escuchanos cuando llamamos
Ustedes tienen hip-hop, be-bop, trajín y vaivén
Ustedes tienen Atticus Finch
Ustedes tienen Jane Russell
Ustedes tienen libertad de expresión
Ustedes tienen playas grandiosas, naturaleza y paseos de compra
No dejen que los poderosos, la derecha cristiana,
hagan que todo se vaya a la mierda

por ustedes, y por el resto del mundo
  

Hablaron excitadamente
Ella se llevó las muletas en su rutinaria dedicación
El la regaña, gesticulante
tenemos un invitado
ella se avergonzó por su falta de atención
se llevó mis cosas y las dejó cuidadosamente en un rincón
"Du the?"
Nos sentamos en flacos almohadones
en un rincón de la única habitación
el piso era tierra apisonada y en una pared
había una plataforma elevada
a unos seis pies, cubierta por una simple sábana, la cama
La jorobada se ocupó con unas ollitas de cobre
sobre una chimenea abierta
y nos trajo té, caliente y dulce
y a modo de cena
pan chato, sin levar, fino
cocinado en una sartén de hierro sobre la chimenea
después plegado y mojado en las suaves entrañas
de pájaros marinos hembra
Mi anfitriona no comió, yo comí su cena
No quiso escuchar razones, yo era su invitado


 y luego se retiró detrás de una cortina
y dejó que los hombres se sentaran a beber vasitos llenos de Arak
cuidadosamente escanciados de una botellita
con una etiqueta desvaída
luego repareció, radiante
llevando en sus brazos su orgullo y fuente de alegría: su hija.


Nunca he visto estrabismo como aquel
tan severo era que cuando un ojo miraba,
el otro desaparecía detrás de su nariz






En mi nombre no, Tony, gran líder bélico
El terror sigue siendo el terror, no importa quién ponga las reglas
La historia no la escriben los derrotados o los malditos
Ahora somos Genghis Khan, Lucrecia Borgia, el hijo de Sam
En 1961 hicieron pasar a este niño a su casa
me pregunto qué habrá sido de ellos
en el caldero que era el Líbano
Si pudiera encontrarlos hoy, ¿podría pedirles perdón?
¿Cómo termina la historia?
  

Y así a la cama, yo solo quiero decir, no ellos
por supuesto ellos durmieron en el piso detrás de una cortina
mientras yo me quedé despierto toda la noche en su cama terrosa

 luego salió el sol y luego su ir y venir silencioso
con cuidado de no despertar al invitado
bostecé exageradamente
y tomé la bacía de agua caliente que me ofrecieron y me lavé
y me tomé mi café en su tacita


 y luego con mucho "merci" y reverencias y apretones de mano
dejamos a la mujer con sus quehaceres


y nosotros, los hombres, volvimos al cruce de calles
la dolorosa lentitud con la que avanzábamos
se acentuaba con la luz brillante de la mañana
El Dolmus reapareció puntualmente
Mi anfitrión me dió una muleta y, apoyado sobre la otra,
me dio un apretón de manos y sonrió
"Merci, monsieur," ["gracias, señor"] dije
"De rien" ["de nada"]
"And merci a votre femme, elle est tres gentille" ["y gracias a su mujer, ella es muy amable"]
Dándole su otra muleta
dejó que lo vuelvan a acomodar en el asiento de atrás otra vez
"Bon voyage, monsieur," ["buen viaje, señor"] dijo


 y medio inclinado mientras el taxi se iba al sur hacia la ciudad
yo volví al norte, guitarra sobre el hombro,
y la primera ráfaga de viento
rápidamente secó las lágrimas saladas de mis jóvenes










































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